Sincretismo y arte latinoamericano

El término sincretismo ha sido usado en relación a la mezcla cultural originada en comunidades diversas en cuanto a comportamientos, rituales o religiones. Aunque se ha usado poco en el campo del arte, esta característica es una de las principales fuentes de valor y riqueza en las producciones artísticas de todo el mundo.

He decidido abordar este tema direccionado al arte latinoamericano, basándome en la influencia traída de occidente a estas tierras y que, en su recorrido a dado como resultado el arte estético único que conocemos hoy. Este camino se ha gestado desde el origen de las expresiones de nuestros antepasados, sumando secuencialmente elementos en cada tiempo de la historia, con sus particulares características socio culturales.

El reconocimiento del valor resultante de esta fusión, es sin embargo también una revalorización del contenido propio, que ha tenido a lo largo de los años, una importante lucha por la supervivencia de culturas ancestrales y sus manifestaciones.

Primeras manifestaciones

Como referencia para dar inicio a este planteamiento, debemos recordar que las culturas ancestrales de América Latina han demostrado un avanzado y magnifico conocimiento en sus manifestaciones artísticas y arquitectónicas, no sólo en cuanto a las diversas técnicas, equilibrio y composición, sino fundamentalmente es su contenido expresivo de singular estética en la utilización de soportes como cerámica, tejidos, tallado en piedra o metal, entre otros. Característica que para occidente era poco tradicional ya que consideraban este  trabajo con valor utilitario, como artes menores o  artesanías, con un valor meramente funcional.

El arte denominado precolombino entonces, hace referencia a la producción de los nativos del continente americano que permite el conocimiento y el reconocimiento de civilizaciones, que testimonia su nivel de desarrollo y capacidad  de transformación de su entorno para adaptarlo a sus necesidades y cosmovisión.

Esta lectura que hoy tenemos del arte ancestral latinoamericano, es producto del análisis de mitos religiosos y rituales funerarios que eran el soporte de sus producciones en arquitectura, escultura y pintura. Cada elemento cuenta la historia que da sustento al concepto de identidad de cada región.

En el siglo XV, bajo el término de colonización y evangelización, la irrupción y desprecio por las culturas originarias de occidente, resultó en la desaparición de numerosas lenguas autóctonas, la destrucción de textos, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria y un resultando devastador para las expresiones artísticas de entonces, por lo que ese momento, no debe leerse como un encuentro enriquecedor, sino como una imposición y ruptura.

Más adelante, cuando el mestizaje se consolida, se inicia la formación de las disciplinas artísticas con criterios occidentales. Las nuevas manifestaciones documentaron los profundos cambios surgidos, y una resistencia que no dejó de lado su contenido cultural prehispánico. Es entonces cuando nace el sincretismo artístico latinoamericano.

El inicio del arte contemporáneo

A principios del siglo XX, con la crisis económica mundial ocasionada por las guerras mundiales, se desarrollan las vanguardias históricas, como el impresionismo, cubismo, expresionismo, surrealismo, entre las más conocidas. Estas vanguardias artísticas en América Latina tuvieron su propia autonomía, en respuesta a las condiciones socioculturales propias y al deseo de lograr su independencia en un contexto social y político muy complejo.

México fue el primer país en figurar en la historia del arte internacional, cuando Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, con el muralismo como disciplina, empiezan a proyectar las ideas políticas nacionalistas que por entonces eran el tema central.

“Preocupados por recuperar la identidad nacional, se interesaron por realizar un arte basado en el pasado precolombino, en incorporar el indio a la plástica, en plantear la lucha de clases, en mostrar las geografías y las fiestas y en ensalzar la revolución.” (Salcedo, 2002)

Son muchos los artistas que continúan esta corriente vanguardista en todos los países hispanoamericanos, teniendo entre sus principales representantes además de los ya mencionados artistas mexicanos a, Wilfredo Lam (Cuba), Amelia Pelaez (Cuba), Armando Reverón (Venezuela), Anita Malfatti (Brasil), Tarsila do Amaral (Brasil), Joaquín Torres García (Uruguay), Pedro Figari (Uruguay) Xul Solar (Argentina), Lino Spilimbergo (Argentina), José Sabogal (Perú), Cota Carvallo (Perú); entre muchos otros. Artistas que incorporan una reflexión en su rol y búsqueda de libertad y reconocimiento social, político y estético; y que sin embargo han nutrido su conocimiento formándose muchos de ellos en academias europeas o realizando viajes en busca de complementar sus dimensiones artísticas.

“El moverse en terrenos culturales donde el signo de la dependencia era muy fuerte, obligó a que contemporizaran intereses aparentemente antagónicos…de allí que sin desconocer el atractivo de las prestigiosas vanguardias europeas, intentaran proponer un arte propio, escarbando para ello en lo que consideraban sus raíces.” (Ivonne Pini, 1997).

Estos procesos convulsionados en cada momento histórico, no perdieron de vista la reflexión sobre su identidad, buscando citar, gestionar y comunicar ideas únicas que son producto de una mezcla cultural innegable, y que siguen buscando la supervivencia de las culturas ancestrales y sus manifestaciones.

El sincretismo es la influencia que se concreta en el interior, con cada contexto en que se encuentra inmerso, haciendo que el arte trascienda las fronteras y tome forma universal, va más allá de la etnología que toma sólo formas culturales o religiosas,

“Es una categoría que a diferencia de muchas otras, carece de temporalidad y tampoco debe asociarse con un estilo o una escuela pero si con una corriente ideológica” (Villalobos Herrera, 2006)

El arte en nuestros tiempos

Latinoamérica continuó la tendencia mundial en la búsqueda secuencial por superar los límites expresivos en el arte. De esta  manera, hoy el arte expande su visión  a campos más amplios y jamás pensados, pues la procedencia de cada elemento y pensamiento del arte, obedece solamente a la voluntad del artista.

Vivimos en un tiempo de migración y tránsito constante entre países y culturas, lo que ha hecho emerger fusiones y mestizajes que siguen documentando la historia, y esta globalización, no escapa al arte.

El aporte de la cultura popular tradicional de nuestra tierra latinoamericana, permite proyectar con toda su fuerza su cultura ancestral, sus creencias, realidad, memoria y anhelos, persistiendo en la memoria colectiva, representando su identidad y contando su tradición.

Conclusiones

Una larga historia de cambios en el concepto del arte nos ha llevado tal vez al lugar más importante, en donde su valor radica en la autenticidad y libre manifestación expresiva en todas sus formas. Es importante que sea valorada, respetada y podamos fomentarla en busca de nuevas fuentes de conocimiento y expresión.

Este poder de comunicación es el reflejo del momento cultural que se vive, es decir de los hechos, los pensamientos y los intereses de cada tiempo y lugar. Este patrimonio simbólico sitúa el arte latinoamericano en el mundo y responde a los cambios vertiginosos de la difusión global.

El arte es pues, una herramienta de transmisión de cultura única y trascendente, una fuente de información desde el inicio de los tiempos hasta hoy, y un potencial instrumento para logar la supervivencia de la historia y sus alcances en la comprensión del conocimiento individual en el que nos hemos forjado.

El artista es un ser humano comprometido en rescatar elementos desde el interior más profundo en busca de respuestas, de análisis de la realidad y de proyecciones hacia su futuro. “Es un cuestionador permanente de la cultura porque es crítico, porque privilegia la experiencia existencial y afectiva de cara al mundo conceptualizado” (De la Fuente, 2011)

Bibliografía

De la Fuente, José Alberto (2011) Reflexión sobre el arte latinoamericano. Aproximación testimonial. Polis, revista latinoamericana. Nro 34 (2013). Recuperado de https://journals.openedition.org/polis/8919 el 20 de noviembre de 2020.

Pini, Ivonne (1997) Vanguardia latinoamericana y formas de representación. Una mirada a textos de los años 20. Facultad de Artes de la Univ.Nacional de Colombia. Recuperado de https://revistas.unal.edu.co/index.php/ensayo/article/view/46497 el 20 de noviembre de 2020.

Salcedo, Antonio (2002). Irrupción y continuidad de las vanguardias latinoamericanas. Artigrama, núm. 17, 2002, 71-88 — I.S.S.N.: 0213-1498.

Villalobos Herrera. (2006). El sincretismo y el arte contemporáneo latinoamericano. Pg. 406. Ra Ximhai, El Fuerte, Sinaloa. pp. 393-417 Univ. .Autónoma Indígena de México ISSN: 1665-0441 México. Recuperado de http://www.uaim.edu.mx/webraximhai/Ej-05articulosPDF/05%20sincretismo.pdf el 15 de noviembre 2020.

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