DIFUSIÓN
CRÍTICA

Macedo, comienza con su pintura en el año 2000, llegando a la actualidad con una gran técnica, donde fondo, espacio y figura, se hermanan como notas musicales, que suben, se detienen y bajan en total armonía.En todos estos años hay algo recurrente, que es lo que identifica su obra, LA POESÍA, esa que al mirarla nos seduce, nos pone nostálgicos, nos emociona.Este componente no es más ni menos la expresión de su alma en el lienzo.
Hoy con un gran camino en el arte y premios adquiridos, se permitió mostrarnos la figura humana, en diferentes estadíos de la vida y la naturaleza que los rodea, haciéndonos reflexionar sobre la vida misma y sus circunstancias.
Macedo no deja de transmitir desde la madurez de su pintura y la apertura de su corazón.

Silvia Basso (Julio 2014)
Artista Plástica – Mendoza, Argentina

Las pinturas de Cecilia Macedo, me inhibo al tratar de comentarlas con palabras que tengan vuelo o profundidad. Temo que el vuelo no sea suficientemente alto, o que en vez de profundidad no pueda más que quedar en la superficie.
Parece que mi inhibición fuera un límite como “escritor”, y sin embargo es un límite en mi capacidad para mirar y admirar “la belleza plástica”. Me limitaré a decir que los colores son sutiles, tanto en su elección como en sus combinaciones. La temática latinoamericana, que veo en la mayor parte de sus obras, no le alcanza; creo que el futuro le encontrará rompiendo los moldes de la geografía y del tiempo.
Si viera sus obras sin saber de quién son, igualmente aseguraría, sin temor a equivocarme, que han nacido de UNA MUJER. Una sola palabra para describirlas (si me privaran de usar palabras como “impactante”, “sutil”, …): BELLAS.
Y cuando digo “moldes” no me refiero a que los tenga, sino todo lo contrario: existen por sí solos, y justamente por excederlos no podrán abarcarle; los seguirá desbordando. BELLAS y DESBORDANTES (en 2 palabras).

Alberto Rafael Villa Uria (Marzo 2014)
Escritor, Córdoba -Argentina

Al límite entre la realidad y la fantasía; entre lo que se sabe existente y el deseo, la artista pone el pincel y da vida a esta colección de cuadros «Certezas y Esperanzas», es el título de una muestra donde la fusión de culturas latinoamericanas se hace presente gracias a la paleta de Cecilia Macedo, quien se atreve a exponer con una particular interpretación la vida de los pueblos costeros.
Haciendo también hincapié en los rostros, la artista peruana se lanza a un mundo fusionado por la realidad y la fantasía; intención que vislumbra en su estilo combinado por fondos abstractos y figurativos en primer plano.
Buscar «el espíritu de las personas» es lo que ella define como «reto» en cada una de sus obras, para transmitir «un sentimiento o emoción» que ponga en evidencia «las cosas simples de la vida».
El mar profundo surcado por un barquito de papel es una de las tantas imágenes con las que Macedo busca «quebrar» la coherencia lógica del lenguaje interpretativo. «Se trata en definitiva de jugar con la imaginación», sugiere como premisa al espectador que quiera buscar significados más allá de la estética.
Técnicas mixtas en formatos diversos contribuyen a modo de collage a reforzar un concepto que hunde su complejidad en la simpleza del quehacer cotidiano.

Lic Lorena Moix (Feb, 2014)
Periodista – 
Carlos Paz, Córdoba – Argentina

Fiel al estilo que la caracteriza, y en una integración de acrílicos, collages, óleos y pasteles, orienta su atención a los aspectos de la cotidianidad y los reviste con un dejo de nostalgia. Formas inconclusas, rostros icónicos, texturas y altos contrastes de color, afloran en este sentir «latinoamericano» que lejos de diferenciar, unifica.
«Investigo mucho, voy también aprendiendo», relata quien obtuviera el primer premio por «Músicos», la obra que pertenece ahora a la colección del Concejo de Representantes. «Voy buscando las coincidencias entre los pueblos y veo que se repiten muchas situaciones; también trato de separarme de los contenidos violentos», explica.
En este sentido, advierte que «la tendencia del arte, sin criticarla, intenta plasmar la bronca que van teniendo los artistas en contra de las reglas, del gobierno, de la vida en general. Entonces lo que yo trato de hacer es rescatar el sentir humano, más sencillo, de la gente común que tiene el corazón puesto en las cosas cotidianas como trabajar, ser solidario, cuidar a sus hijos y en general cualquier cosa que nos aleje un poco de ese ruido que se está viviendo. Creo que la pintura tiene que ir por ese lado, un poco como para contrarrestar la otra tendencia».
La falta de detalles en las expresiones, imágenes que rozan el abstracto por momentos, no dejan sin embargo al azar los contenidos que se quieren transmitir. «En general me tomo mucho tiempo para cada cuadro porque lo veo, lo reviso; y eso tiene que ver con la búsqueda que tengo y mi necesidad de comunicar algo a nivel humano más allá de los rostros en sí mismos».

Semanario El Bamba (Junio, 2013)
Carlos Paz, Córdoba – Argentina