ALTERIDAD
Texto y obras en construcción…
“¿Qué es más importante, el viaje o el destino? – preguntó el Gran Panda. La compañía – respondió el Pequeño Dragón”. (James Norbury)
Desde los orígenes nos vimos atrapados en la culpa, por nunca llegar a ser lo suficientemente útiles, agradables, dulces o fuertes. El mundo sexuado y politizado nos asigna valores y privilegios desde la esfera social, política y económica, que por años arrastramos como una bola de nieve; afirmándose en nuestra mente de tal manera que nos encontramos en una lucha titánica para desenredar el nudo de nuestra libertad.
El hartazgo y cansancio de buscar siempre “pertenecer” nos desafía a la conquista de los elementos que nos hacen singulares. Vivimos un tiempo en el que todos nos ocupamos en atender nuestra individualidad, pero hay un problema que surge con esto…
Pensar que ser original, único y fiel a cada quien, de alguna manera está llevándonos a extremos que no nos permiten ver al otro, ese que como yo, arrastra en su ser toda la complejidad de años de historia, con todo lo bueno y lo malo que implica. No podemos desligarnos del entorno que nos cobija, ni de las personas que forman parte de nuestro mundo. Trabajar sin límites en afirmar mi unicidad es fundamental, pero ver y considerar al otro es lo que afirma mi diferencia.
Ver al otro, es relacionarme con él, aprender de sus esfuerzos, sus luchas, admirar su vuelo, sus derrumbes, sus lágrimas y su manera particular de habitarse. Es abrazar con mi atención sus líneas, sus palabras, su poesía. Nutrirme de su color, su oscuridad y su luz.
Que nada me defina, que nada me limite, que mi sustancia sea mi singularidad amada, potenciada, abrazada con la realidad del otro. Aquel que es diferente, pero comparte mucho más de lo que imaginamos.
Notas: Las obras surgen a partir de pinturas sobre lienzo, replicadas y editadas digitalmente. La repetición de la imagen me conecta con los aspectos humanos comunes, y los cambios me describe las diferencias internas y externas.